La milpa es una creación de los antiguos pobladores de México que permitió el desarrollo de las primeras aldeas y fue la base de la civilización maya asentada en el norte de la Península de Yucatán1.
Se trata de un agroecosistema en el que los principales componentes son el maíz, el frijo y la calabaza, existiéndo una gran cantidad de cultivos asociados. En la Península de Yucatán es un patrimonio biocultural que proviene de una larga historia de los pueblos y comunidades asentadas en esta región desde hace más de tres mil años.
Los milperos mayas han mantenido sus semillas por generaciones, heredándolas de padres y abuelos, adquiriéndolas por compra, intercambio, préstamo o regalo en su comunidad y, en menor proporción, en comunidades cercanas o algunas otras más alejadas en ocasión de sequías y ciclones.
Es conocida localmente como Xnuk nal de ciclo largo (4 meses) es la predominante y con mayor variabilidad interna
Es de tres meses y medio, de olote delgado y flexible, con menor presencia
Un maíz precoz de siete semanas, más escaso en los campos de los productores
En la península de Yucatán se reconocen tres razas de maíz: Tuxpeña, conocida localmente como Xnuk nal de ciclo largo (4 meses), que es la predominante Tz ́iit bakal de tres meses y medio, de olote delgado y flexible, con menor presencia; y Nal t'eel o gallito, maíz precoz de siete semanas, más escaso en los campos de los productores.
Se encargan de facilitar intercambio de conocimientos y buenas prácticas para la implementación de sistemas productivos amigables con el medio ambiente y socialmente responsables con los productores.